Los Jueves de la Cuadrilla

Aste Nagusia en Donostia

Siempre en Aste Nagusia, quedamos para hacer una cena especial. Además, coincide con el cumpleaños de Eneko, que fue nuestro entrenador cuando éramos adolescentes, y siempre es ritual quedar en Caza y Pesca para celebrarlo. Ya sabéis, cualquier excusa es buena para compartir mesa. Y esta, con el paso de los años es cada vez más especial. Como es él quien pone la fecha (su calendario de festejos está muy ocupado), esta vez quedamos “en Ferragosto”, el día de la Virgen.

Como somos animales de costumbres, nos juntamos la víspera para comprarle un detalle a Eneko, que suele consistir en una camisa de flores, un pantalón de cuadros…Eneko es alguien que no deja indiferente a nadie y tiene un estilo propio (o se lo hacemos nosotros 🙂 En alguna ocasión ha sido un reloj y en otras, sabiendo que comer y cocinar (aunque sea rápido) es una de sus pasiones, hemos recurrido a Paco y sus buenos consejos para regalarle artefactos con los que nos pueda preparar sus platos favoritos. Recuerdo cuando le regalamos aquella sartén de aluminio fundido del tamaño perfecto para hacer sus famosas Bratwurst de madrugada… ¡Todavía la tiene! ¡Todavía vamos a su casa alguna madrugada a la recena para comernos unas Bratwurst made in Eneko!

Al grano: él se encarga de la cena y todos los años nos “quejamos” de la calidad de la misma. Él siempre nos dice que son sobras. Y cuando no tenemos ensalada de bogavante, hay ostras, txuleta, ibéricos… Es parte del protocolo y motivo para echarnos unas risas.

A los postres, el regalo, que siempre le obligamos a probárselo y rara es la vez que no lo lleve toda la noche. Después, preparamos agua de valencia en puchero grande y lo sacamos con unos bancos a la calle a beber y ver los fuegos.

Lo que empezó cuando éramos adolescentes, se mantiene casi 30 años después. Algunas veces no puede venir uno, otras veces otro, pero siempre, en Semana Grande, celebramos el cumpleaños de Eneko; siempre con agua de valencia; siempre con el recuerdo de Andoni golpeando el puchero con el cazo mientras canturreamos alguna canción adaptada para la ocasión y el sempiterno

¡Viva Rusia!